Acido Fólico: ¿Qué alimentos y en qué cantidades lo contienen?

  • El consumo diario de Acido Fólico recomendado antes del embarazo y hasta el tercer mes de gestación es de 1mg. Puede llegar a indicarse hasta 5mg diarios según el caso.
  • Para la elaboración de la tabla se tomaron en cuenta los alimentos más ricos en Acido Fólico.
  • De los alimentos que no están incluidos puede suceder que no sean buenas fuentes de Acido Fólico como así también que no se tenga información.
  • Los valores corresponden a los alimentos cocidos o crudos según sea la forma predominante de consumo.
  • Es importante tener en cuenta que el Acido Fólico es una vitamina que se destruye fácilmente con el calor de la cocción, por lo tanto, prolongados tiempos de cocción y grandes cantidades de agua durante el hervido pueden disminuir los valores de referencia.
  • Los cereales fortificados tienen variable cantidad de ácido fólico. En cada caso es recomendable leer las tablas de información nutricional de los diferentes productos.
Alimento Microgr de Acido Fólico
Lentejas (1 taza) 362
Maní (1 taza) 336
Semillas de Girasol (1 taza) 308
Gérmen de Trigo (1 taza) 280
Garbanzos (1 taza) 275
Espinaca hervida (1 taza) 262,8
Espárragos (1 taza) 262,8
Porotos Negros (1 taza) 253
Hígado (100 gr) 217
Avellanas (1 taza) 147
Lechuga (10 hojas oscuras) 136
Arvejas frescas (1 taza) 100
Palta (1 taza) 93
Brócoli (1 taza) 80
Jugo de naranjas (1 taza) 75
Choclo dulce (1 taza) 73,6
Porotos de Soja (1 taza) 72
Espinaca cruda (1 taza) 58,2
Huevo (2 unidades) 47
Almendras (1 taza) 40,6
Banana (1 taza) 30
Naranjas (1 unidad chica) 30
Pomelo (1 taza) 28,8
Melón (1 taza) 27,2
Tomate (1 taza) 27
Zanahoria cruda (1 taza) 18,2
Ananá (1 taza) 16,5

¿Que causa la anemia?

¿Qué es la anemia?
La anemia ocurre cuando su sangre no tiene suficiente hemoglobina. La hemoglobina es una proteína dentro de sus glóbulos rojos que transporta oxígeno desde sus pulmones hacia el resto del cuerpo. Una causa común de anemia es no tener una cantidad de hierro suficiente. Su cuerpo necesita hierro para fabricar hemoglobina.

Síntomas de anemia

  • Frecuentemente no hay síntomas.
  • Palidez
  • Sensación de cansancio
  • Sensación inusual de “falta de aire” al hacer ejercicio.
  • Latidos del corazón acelerados

¿Qué puede causar niveles de hierro bajos?
Una serie de cosas pueden hacer que sus niveles de hierro estén bajos:

Falta de hierro en la dieta. Este problema ocurre principalmente en los niños y en las mujeres jóvenes. Los niños que toman mucha leche y no comen alimentos ricos en hierro, y las mujeres jóvenes que siguen dietas que “están de moda” corren el riesgo de tener deficiencia de hierro.

Fases de crecimiento acelerado. Los niños menores de tres años crecen tan rápido que sus cuerpos tienen dificultad para mantener el nivel apropiado de hierro que ellos necesitan.

Embarazo. Las mujeres que están embarazadas o que están lactando necesitan 2,5 veces más hierro que los hombres. Esa es la razón por la cual a las mujeres embarazadas se les hace una prueba para determinar si están anémicas y por la cual tienen que comer más alimentos ricos en hierro o tomar diariamente tabletas de hierro.

Pérdida de sangre. Esta es una causa común de anemia por deficiencia de hierro en los adultos. Las menstruaciones fuertes pueden causar anemia. La pérdida de sangre también puede ser causada por el sangrado interno, usualmente en las vías digestivas. Una úlcera duodenal, colitis ulcerativa, cáncer, o tomar aspirina o un medicamento similar durante largo tiempo puede causar sangrado en su estómago o intestinos. Esta es la razón por la cual es importante determinar la razón para un nivel de hierro bajo.

¿Cómo se diagnostica la anemia?
Hable con su médico si usted piensa que puede tener anemia. Probablemente le harán una prueba de sangre para diagnosticarle si tiene anemia. Se pueden requerir otras pruebas para determinar qué es lo que está causando la anemia.

¿La anemia puede prevenirse?
Algunos tipos, como aquellos ocasionados por deficiencias en la dieta, pueden prevenirse. Usted puede ayudar a prevenir este tipo de anemia asegurándose de comer comidas que sean ricas en hierro. Mire el cuadro de abajo para ver una lista de alimentos ricos en hierro.

Comidas con un alto contenido en hierro

  • Hígado y otras carnes
  • Mariscos
  • Frutas secas como albaricoques, ciruelas pasas y uvas pasas.
  • Nueces
  • Granos, especialmente las habas.
  • Vegetales verdes y con hojas tales como espinacas y brócoli.
  • Melaza
  • Granos enteros
  • Panes y cereales (fíjese en la etiqueta) fortificados con hierro.

¿Cómo se trata la anemia?
Depende de lo que causa la anemia. Por ejemplo, si la causa de la anemia es la pérdida de sangre en cantidades altas, la causa de la pérdida de sangre deberá ser tratada. Si la anemia es el resultado de una dieta con un contenido bajo de hierro, su médico puede recomendarle hacer cambios en la dieta o tomar tabletas de hierro.

¿Cómo puedo aumentar el hierro en mi dieta?
Su cuerpo absorbe mejor el hierro que está en las carnes. El comer una pequeña cantidad de carne junto con otras fuentes de hierro, tales como vegetales, le puede ayudar a obtener aún más hierro a partir de estas comidas. Tomar tabletas de vitamina C o comer alimentos ricos en vitamina C —tales como frutas cítricas o jugo de frutas— al tiempo que se comen alimentos ricos en hierro o tomarse una tableta de hierro le puede ayudar a su cuerpo a absorber mejor el hierro.

Algunos alimentos bloquean la absorción de hierro. Estos incluyen el café, té, yema de huevo, leche, fibra y la proteína de soya. Trate de evitarlos cuando esté comiendo alimentos ricos en hierro.

¿Las tabletas de hierro pueden ocasionar problemas?
Las tabletas de hierro pueden causar malestar estomacal, acidez estomacal y estreñimiento. Asegúrese de mencionarle a su médico acerca de cualquier malestar que usted note. Los consejos en el cuadro de abajo le pueden ayudar a disminuir el malestar.

Consejos para tomar tabletas de hierro

  • Tome las tabletas con comida.
  • Empiece despacio. Trate de tomarse 1 tableta cada día durante 3 a 5 días, luego 2 tabletas cada día hasta que ya no le moleste esa cantidad. Aumente el número de tabletas hasta llegar al número que su médico le recomendó.
  • Si tiene estreñimiento aumente la cantidad de fibra en su dieta. Esto vale la pena aun cuando la fibra pueda interferir con la calidad de absorción de hierro por parte de su organismo. De todas maneras usted podrá absorber algo de hierro y esto es mejor que no tomar nada de hierro si usted lo necesita.
  • No se tome las tabletas de hierro antes de acostarse si le causan malestar estomacal.
  • Si un tipo de tabletas de hierro le causa problemas hable con su médico acerca de probar con una fórmula o marca distinta.

Fuente: FamilyDoctor.org

Obesidad en el embarazo provoca riesgo de malformaciones congénitas

La obesidad durante el embarazo aumentaría el riesgo de algunas malformaciones congénitas, según un análisis de varios estudios publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA).

Las malformaciones congénitas más vinculadas a la obesidad de la madre son la mielodisrafia, una malformación de la columna vertebral y una anomalía del tubo medular o neural, en el sistema nervioso central.

Pero el crecimiento de riesgos en términos absolutos es probablemente limitado, subrayan los autores del trabajo publicado el martes.

«Para las mujeres que eran obesas al inicio del embarazo, este análisis muestra un aumento significativo de malformación del tubo neural y de anomalía de la columna vertebral en el feto», escriben los investigadores de la Universidad Newcastle (Gran Bretaña).

Citan también un riesgo grande de anomalías cardiovasculares, de labio leporino, fisura de paladar y reducción de un miembro.

Tomando en cuenta los índices de masa corporal (IMC, división del peso por el cuadrado de la altura) de la población femenina durante el período analizado, estos investigadores evaluaron el riesgo absoluto de los peligros de anomalía del tubo neural o de un defecto cardíaco de un 0,47% cada 1.000 nacimientos en mujeres con un peso normal y un 0,61% cada 1.000 nacimientos en mujeres obesas.

Estas estadísticas «son» preocupantes dado el aumento continuo de la obesidad en varios países», afirman los autores.

En Estados Unidos, un tercio de las mujeres de más de 15 años son obesas con un IMC de más de 30, según un estudio realizado en 2004.

Anemia en el Embarazo

UN ESTUDIO REALIZADO ENTRE 2.097 MUJERES EN NUEVE HOSPITALES PÚBLICOS

El 40% de las embarazadas llega al parto con anemia por falta de hierro. Un déficit que aumenta los riesgos de salud para las madres. Y sus bebés nacen con menos peso. Un estudio realizado en nueve hospitales públicos de diferentes provincias reveló que el 39,5% de las embarazadas llega al parto con anemia por falta de hierro, lo que implica riesgos para el bebé pero, sobre todo, para la propia madre. “Algo no se está cubriendo lo suficientemente bien”, señala la doctora María Gabriela Berta, directora de Planeamiento de la Fundación Argentina contra la Anemia.

Esta institución encaró la investigación con la Federación Argentina de Sociedades de Ginecología y Obstetricia (FASGO), entre octubre de 2004 y abril de 2005. Se recogieron datos de 2.097 embarazadas internadas para el parto en hospitales públicos de Tucumán, Catamarca, Corrientes, San Martín de los Andes, Mendoza, Córdoba, Capital y el Gran Buenos Aires. Sólo se excluyeron los embarazos múltiples.

Los resultados fueron preocupantes: el 39,5% de las mamás tenía 11 gramos o menos de hemoglobina por decilitro de sangre; es decir, estaban anémicas. En el 17,6% de los casos, esta proteína no llegaba a 10 g/dl. Y el 5,8% registraba valores inferiores a 9 g/dl, lo que significa una anemia grave. Fuera del embarazo, el valor límite es de 12 g/dl.

Se trata de anemia ferropénica: cuando el aporte nutricional de hierro es insuficiente, la médula no está en condiciones de producir el número adecuado de glóbulos rojos, o los que elabora carecen de la cantidad necesaria de hemoglobina. Esta proteína es la encargada de transportar el oxígeno a todo el cuerpo.

En el embarazo aumentan los requerimientos de hierro, que llegan a unos 1.000 miligramos: 300 para el feto y la placenta, 500 para la expansión de la masa eritrocitaria (el volumen total de glóbulos rojos), y 200 que se eliminan con materia fecal, orina y piel. “Hace falta un aporte diario de 6 a 7 miligramos por día, lo que excede las reservas de hierro del organismo”, apunta Leonardo Kwiatkowski, jefe de Ginecología y Obstetricia del Hospital Fiorito, de Avellaneda.

“A medida que avanza el embarazo, aumenta la capacidad de absorción de hierro por parte del intestino, que llega a triplicarse. Pero con la dieta sola no se llega a suplir las necesidades“, señala el presidente de FASGO, doctor Carlos Ortega Soler. Por esa razón, los obstetras prescriben un suplemento de hierro, que aumentan en caso de anemia. “No son medicamentos que se puedan administrar sin control médico”, advierte Berta.

Sin embargo, el estudio no mostró diferencias significativas entre quienes habían recibido este refuerzo y las que no lo tuvieron. Entre las mujeres con 11 o más g/dl, sólo el 37% había consumido hierro fuera de la dieta, mientras que entre las embarazadas anémicas, lo había usado el 40%.

Ortega Soler plantea explicaciones posibles: “”No sabemos si tenían reservas de hierro cuando comenzaron la gestación. Las mujeres van tarde a la primera consulta, y el suplemento no alcanza a cubrir el faltante al momento del parto. Tampoco siguen bien el tratamiento: se necesita más de tres meses de tratamiento firme para corregir una anemia moderada”.

Los datos mostraron además una tendencia preocupante: a mayor déficit de hierro, menor peso del recién nacido. Mientras los bebés de las mamás no anémicas nacieron con un promedio de 3,257 kilos, los chiquitos de mamás con anemia severa pesaron en promedio 3,093 kilos.

La anemia tiene que ser muy grave —menos de 6 g/dl— para que afecte seriamente al bebé, “porque la madre le pasa todas sus reservas”, indica Ortega Soler. Las consecuencias más serias las tiene la mujer: restricción del crecimiento fetal, aumento del riesgo de prematurez, prolongación del período expulsivo, por disminución de la fuerza muscular —lo que puede implicar complicaciones en el parto— y, en anemias severas, aumento del riesgo de mortalidad posparto.

Por otra parte, la mujer pierde al menos 500 mililitros de sangre durante el parto, lo que eleva el déficit de hierro. Otra pérdida de hierro, aunque menor, se registra cuando amamanta. Por esa causa, la doctora Berta insiste en “cuidar la salud de la madre después del parto”: la anemia produce cansancio y apatía, lo que dificulta el cuidado de un bebé que demanda mucha atención.

Prevención

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que la mitad de las 2.000 millones de personas anémicas que hay en el mundo sufre de falta de hierro por déficit nutricional. La entidad señala que, para combatir la anemia (”indicador de una pobre nutrición y una mala salud”) hace falta un enfoque integral. Esto significa que una mala alimentación no se compensa con pastillas e inyecciones de suplementos de hierro. Resulta imprescindible que las mujeres comiencen el embarazo con reservas suficientes de hierro y que se realicen todos los controles periódicamente. Y eso se llama medicina preventiva.

Claudia Amigo Fuente: Diario Clarín